martes, 7 de junio de 2016

ANDALUCÍA EN LA EDAD MEDIA

Hacia el año 718 el largo proceso llamado 'Reconquista cristiana', que no se completó hasta 1492. Fue un proceso tan complejo como la estructura política de la península durante ese dilatado período.
También hay que decir, que este proceso de la reconquista, además de largo y complejo, tuvo numerosas etapas de paz y en absoluto fue lineal. 
Para asegurar estas tierras fronterizas, los cristianos habían ido levantando fortalezas por doquier. Tales fortalezas defendían los pasos montañosos o los ríos. Entre el Ebro y el Duero fueron tan numerosas que la antigua Vardulia cambió su nombre por el de Castilla, tierra de castillos.
 
El espíritu guerrero y de libertad de estas gentes, unido al ámbito más abrupto del territorio que defendían (Merindades de Burgos, Sierra de la Demanda, etc.) les erigió en una gran oposición a las acometidas musulmanas.


La segunda mitad del siglo X estuvo dominada por la figura del "Victorioso por Alá", Almanzor, hachib o primer ministro del Califa Hixam II. Asoló toda el norte de la Península de este a oeste en sus incursiones de saqueo.

Los saqueos de Almanzor, además de para reprimir al enemigo infiel (guerra santa) servían para capturar esclavos que fortaleciesen el músculo constructor y económico del ya grandioso Califato de Córdoba. Sin embargo dichos ataques, aunque desbarataron parte de la repoblación fronteriza y debilitaron a los estados cristianos, no tuvieron repercusión duradera pues Almanzor no tuvo interés de establecerse en aquellos territorios. Fueron campañas de castigo y saqueo pero sin interés por "quedarse".
 
Los almorávides serán sustituidos en Al-Andalus por otro pueblo norteafricano: los almohades que entran en la península a mediados de siglo XII.
Esta nueva oleada de gentes africanas tuvo de nuevo éxito y gran parte de la España musulmana quedó en su poder. A mediados del siglo XII, el territorio ibérico estaba dividido entre los almorávides asentados en las islas Baleares, y los almohades en Andalucía, Extremadura y parte de Portugal, por un lado. Del otro, el reino musulmán de Murcia y Valencia. Y finalmente los estados cristianos, que eran los reinos de Galicia, León, Castilla y Toledo, Navarra, Aragón, los condados catalanes con el de Barcelona al frente, y el del reino de Portugal, formado hacía poco.
Pocos años después, la victoria cayo del lado contrario. Se trata de la famosa batalla de las Navas de Tolosa (Jaén) en 1212. Esta derrota almohade, en conjunción con la crisis política que se genera y las revueltas internas y del norte de África acabará en poco tiempo con su hegemonía.
 
Sólo quedaba Granada, una legendaria región, una tierra hermosa evocadora de romances. Alhama, a medio camino entre Málaga -que se reconquistará en 1487- y Granada, se tomó en 1482. Y Alora, "la bien cercada" en 1484. La ciudad de Granada cayó, al fin, en 1492
El origen histórico-social del mudéjar hay que buscarlo en el avance de la reconquista leonesa, castellana y aragonesa que supuso la incorporación de territorios con población musulmana, que aportan su saber en el campo de diversas artes.
 
 


 
 
 

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